HISTORIA DE NUESTRA GENTE.
CONRADO PEREZ, JR.,
- Beisbolista de niño y como Adulto
- Maestro y coach en Distrito Escolar
- Su padre fue su mejor entrenador
- Un lanzador de excelente velocidad
- Colecciona fósiles y pedernales
Por: Jesús Maldonado R.
Conrado Pérez, Jr., es miembro de una familia tradicionalmente deportista y por excelencia en el beisbol, que ha sido heredado a quienes la integran.
Nuestro entrevistado nació el 30 de octubre de 1955, en la ciudad de Eagle Pass, de donde son originarios también su padre Conrado Pérez, Sr., y su madre Margarita Moncada; tiene además tres hermanos que son: Arturo, Gabriel y Marta.
Su estado civil es divorciado, con dos hijos Kenneth y Stephen Joseph (f), el segundo caído en combate en el cumplimiento de su deber en la guerra de Irak en el 2006, donde pertenecía a la división de los U.S. Marines. Tiene además dos nietos que son: Nicolas Antonio y Stephanie Jozlyn.
Conrado Pérez cursó tres años de la escuela elemental en la Graves y el resto de la primaria en la Escuela Kennedy Hall. Ingresó a la Eagle Pass Junior High, cuando ésta se encontraba en las instalaciones donde ahora está la escuela Glass.
Al terminar su secundaria ingresó a la Eagle Pass High School cuando funcionaba en las instalaciones por el Del Rio Boulevard donde pasó tres años, para terminar su carrera en el edificio de la calle Segunda en su primer año de operaciones. Allí graduó en el año de 1974.
Aun cuando el beisbol lo practicó desde que era un niño con los “Scrapers” patrocinados por el señor Arturo Flores y bajo la dirección de su padre Conrado Pérez, Sr., siguió su carrera con las categorías subsecuentes hasta llegar a la High School, donde estuvo cuatro años con el Varsity team jugando la primera base y como pitcher. En su primer año bateó para un porcentaje de .440 que fue todo un record.
Recuerda entre otros a jugadores todos ellos amigos que militaron en ese tiempo, como: Mario Treviño, Roberto Manzo, Jaime Chain, Roberto Kressdorn (f) Beco Maldonado, Ronnie Acosta (f), y otros que escapan a su memoria.
Sin duda alguna que en el año de 1974 tuvo mucha actividad en High School, ya que los cuatro años ganaron el Distrito y el último año fueron al Campeonato Estatal perdiendo en la semifinal una carrera a cero con el equipo de Houston Springwood, que fue precisamente donde graduó Roger Clemens antes de ir la Universidad de Texas, de donde dió el salto a las Ligas Mayores de beisbol.
Durante su estancia en la High School también practicó el futbol americano, el basquetbol y el voleibol.
Cuando estuvo en la Liga Infantil primero con los “Scrapers”, luego con el “Eagle Lumber” y tenía 12 años ponchó a todos los bateadores que se le enfrentaron, 18 en total en un juego de seis entradas, lo que es todo un record. En High School además estableció record con 156 ponches en una temporada y record al lanzar tres juegos sin jit ni carrera en 1974.
Su calidad como lanzador traspasó la frontera cuando jugó en Piedras Negras con los “Indios” de la Superior en primera fuerza al ponchar en 7 entradas a los 21 bateadores que se le enfrentaron, teniendo a Lalo Cervan-tes como manager. Otro record no igualado, esto fue en 1972.
Algo que recuerda con mucha satisfacción, la vez en que fue invitado por “El Pilón” Martinez, para jugar con un seleccionado nigropetense y enfrentar a un equipo de Liga Mexicana, donde ponchó en tres ocasiones nada menos que a Hector Espino, máximo jomronero del beisbol mexicano.
En una ocasión cuando participó en un juego de Distrito, por un amigo se dio cuenta de que había sido observado por un scout de grandes ligas, quien le confió que Conrado Pérez estaba lanzando la pelota a una velocidad de 96 millas.
Otros compañeros de aquella época cuando estaba en High School, son: Carlos Farías, Orlando Vera, Ricardo Muñoz y Manuel Mata, este ultimo considerado como un tremendo bateador.
Fue precisamente en el mes de junio de 1974 cuando ingresa a la Uni-versidad de St. Mary’s (Santa María de San Antonio) donde obtuvo una beca por su calidad de beisbolista y permaneciendo 4 años solamente como lanzador.
Conrado Pérez tuvo la oportunidad de ir a una serie mundial colegial en el año de 1976 en St. Josephs, Missouri, División NAIA, y allí se se convirtió en el primer lanzador que daba un triunfo al equipo de St. Mary’s en una competencia de esta categoría.
En el año de 1977 tuvo la oportunidad de lanzar un juego que ganó St. Mary’s por 5 carreras a una al team de Texas Lutheran de Seguín y donde el pitcher de los segundos fue Beco Maldonado. La prensa le dio difusión al juego por el hecho de que los dos lanzadores eran de Eagle Pass. Ronnie Acosta también jugaba con los contrarios.
Otro record que tuvo durante los cuatro años con Santa María, fue el de ganar tres veces consecutivas el título en carreras limpias, algo difícil de igualar., Tuvo experiencias ante muchos equipos de otras entidades universitarias.
Reconoce el apoyo que siempre recibió de su padre Conrado Pérez, Sr., en su época un beisbolista de gran calidad, quien además de enseñarle los secretos del beisbol, lo aconsejó para que siempre fuera humilde y respetuoso con sus compañeros coaches de equipo y también con los contrarios, de igual forma con los umpires que son los que mandan en el terreno de juego y sobre todo saber ganar y perder.
Algo muy importante y que se le quedó muy grabado, fue que su padre siempre le recomendó no ser agresivo para tratar de lastimar al jugador contrario, pues un lanzamiento a gran velocidad, puede causar lesiones de graves consecuencias.
Después de que salió del colegio fue maestro y coach de futbol y beisbol en el Distrito Escolar Independiente donde trabajó por espacio de 23 años y del cual se retiró hace cinco años por motivos de salud.
Actualmente colabora con la recopilación de estadísticas deportivas, colabora en una página electrónica deportiva y su hobby es coleccionar pedernales y fósiles que ha encontrado en arroyos y ranchos, retratos antiguos de personas de Eagle Pass y Piedras Negras, así como pelotas autografiadas por peloteros que fueron grandes en la Ligas Mayores de Beisbol, como: Mickey Mantle, Bob Feller, Bob Gibson, Johnny Bench, Rollie Fingers, Don Larsen, Nolan Ryan, Warren Sphan y Billy Martin.
Su recámara está llena de trofeos que obtuvo durante su vida de beisbolista, así como fotos familiares, estadísticas y apuntes de su carrera y sobre todo mantiene el reconocimiento para los deportistas, señalando que todo se puede lograr con “Trabajo, trabajo y mas trabajo”.
Muy en especial agradece el apoyo de su padre Conrado Pérez, Sr., que lo supo guiar por la sana senda del deporte.