Negras, Coahuila, que albergaba a más de 1,800 migrantes de Centroamérica
que buscan asilo en sus países de origen, ha cerrado.
El refugio que había sido establecido por funcionarios del gobierno mexicano
encabezado por los esfuerzos del Presidente Municipal de Piedras
Negras, Claudio Bres, estado, y funcionarios federales, comenzó a reubicarse y
atender las necesidades de los migrantes que habían llegado al área con la esperanza
de encontrar el sueño estadounidense.
Muchos de esos migrantes finalmente solicitaron ser deportados a sus
países después de darse cuenta de que no calificarían para el asilo u otra asistencia.
Otros pudieron obtener permisos para quedarse en México y decidieron aceptar
esa opción. Cientos de otros fueron reubicados en otros albergues en todo México,
donde podrán buscar cualquier asistencia migratoria disponible para ellos.
Alejandro Austria de la Vega, Director de Enlace con el Servicio Exterior del
Instituto Nacional de Migración, declaró que el número de personas que
quedan en Piedras Negras ahora es mínimo en comparación con el
Total que llegó por primera vez hace dos semanas. La semana pasada, las
tensiones en el refugio comenzaron a calentarse y numerosos grupos
realizaron una protesta y recurrieron a la violencia, ya que mostraron signos de
descontento por su situación.