Menos del 2% de los adultos en Estados Unidos vive con un peso inferior, según información recolectada entre 2007 y 2010 por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud. Para ser considerado con un peso bajo el individuo debe tener un índice de masa corporal menor a 18.5. Una mujer que mide 1.69 metros tendría que pesar 51 kilos o menos.
Para algunos, la dificultad en ganar peso puede ser un problema frustrante y debe de ser tratado de forma saludable, según indican los expertos.
Descartar problemas
Antes de intentar aumentar algunos kilos, la gente que siente que está baja de peso debe visitar a su médico para un examen físico completo, dice Craig Primack, especialista en obesidad médica y miembro de la Sociedad Americana de Médicos Bariatras en Estados Unidos. Un médico puede descartar algún padecimiento que impida subir de peso o que sea el causante de la mala absorción de nutrientes, incluyendo a la enfermedad celíaca, la intolerancia a la lactosa, síndrome de sobrepoblación bacteriana o deficiencia de vitamina B12.
La genética juega un papel importante en el bajo peso de algunas personas, dice Primack. Un metabolismo acelerado es usualmente un factor, dice.
El resto es un misterio. Los expertos han realizado mucha menos investigación sobre las causas de bajo peso, que de las causas del sobrepeso.
El que las personas estén un poco bajas de peso no es indicio de un problema. Puede que se encuentren en sintonía con sus necesidades corporales y eviten comer de mas, explica Primack.
Tener bajo peso de forma natural es muy diferente a padecer un trastorno alimenticio, que es cuando las personas conscientemente intentan reducir su talla y evitan comer con ayuda de diferentes métodos.
“Si alguien tiene una relación problemática con la comida, entonces eso es un trastorno alimenticio, sin importar cual sea su peso”, dice Linda Bacon, psicóloga e investigadora en La Universidad de California, y autora del libro Healthy at Every Size: The Surprising Truth About Your Weight (Sano en cualquier talla: La Sorprendente Verdad Sobre Su Peso).
En casos extremos, el estar bajo de peso puede provocar dificultades para combatir enfermedades y en las mujeres puede causar amenorrea, que es la ausencia del ciclo menstrual, dice Rachel Begun, dietista registrada y vocera de la Academia de Nutrición y Dietética.
Si la persona está baja de peso y no recibe los nutrientes necesarios puede padecer osteoporosis, anemia y otras enfermedades relacionadas.
Ganar algunos Ganar algunos kilos
No importa la razón por la que se quiera ganar peso, es importante enfocarse en la calidad, no en la cantidad de calorías que se vayan a consumir, dijo Begun.
“El punto es comer más calorías, pero esto no significa que se deban engullir alimentos llenos de calorías vacías”, dijo.
Equilibrar la ingesta de calorías con ejercicio aeróbico y ejercicios de resistencia es crucial para la salud cardiovascular, dijo.
Primack sugiere menos repeticiones en ejercicios realizados con mayor peso que involucren todo el cuerpo, realizarlos tres o cuatro veces por semana además de ejercicio cardiovascular.
Con 28 años, 1.77 metros de estatura y 62.5 kilos de peso, Bryan Johnson de Minneapolis ha probado estas recomendaciones sin mucho éxito.
A él le gustaría pesar 72.5 kilos, meta sobre la cual "se ha dado por vencido". Ha intentado con ejercicios intensos, beber suplementos proteínicos y comer hasta sentirse mal. Seguir este régimen a pesar de su horario de trabajo es lo que más trabajo le ha costado, dijo.
Así como la pérdida de peso saludable, el ganar peso saludablemente toma tiempo, dice Begun. La gente debería intentar subir medio kilo por semana, lo que significaría añadir unas 500 calorías al consumo diario. Esto ayuda a ganar masa muscular y ósea, en lugar de subir peso en grasa.
Es mejor elegir alimentos de cada uno de los grupos alimenticios, especialmente carbohidratos complejos, proteínas magras y grasas saludables. Algunas opciones saludables y llenas de calorías son: las nueces y cremas de cacahuate, semillas, frutos secos, leche baja en grasa, batidos de yogurt, aguacates, hummus y leguminosas, dice Begun.
Pastas de grano entero, salsas con carne magra de res o pescado también son buenas opciones, dice Primack.
